domingo, 15 de agosto de 2010

cultura Acolhua

Horigenes

De acuerdo con el cronista Ixtlilxochitl primero se habrían establecido en la región los chichimecas de Xolotl y posteriormente se habrían otorgado tierras a los “verdaderos acolhuas”. Sin embargo, existe evidencia que esta versión de la historia no es correcta: varios señoríos les preceden siglos antes, entre ellos los de Coatlichan (una cabecera de la Triple Alianza de 1047 a 1272), Huexotla, Otompan y Chimalhuacan.


Lo que las fuentes designan como la “raza” Acolhua, en realidad es el resultado del desarrollo de diferentes grupos étnicos asentados en la región oriental del Estado de México y la parte colindante de Hidalgo con éste, siendo principalmente las tradiciones otomíes y nahuas las dominantes. Con el tiempo desarrollan una conciencia “tolteca” declarándose descendientes de chichimecas y nahuas; este proceso tiene por resultado que en las fuentes las relaciones con otros grupos o los sucesos sean mitificados, provocando que los datos a primera vista parezcan improbables y confusos, siendo necesario en nuestros tiempos revisiones más cuidadosas de los documentos que conocemos.

Aunque su antigüedad es exagerada en algunas fuentes (siglo IX o X, refiriéndose al asentamiento en Tenayuca), lo más razonado es aceptar la cronología que los coloca en el siglo XIII (con su posible origen a finales del XII). La importancia de esta etnia radica en que el linaje de los señores de Tenayuca-Tetzcoco, años antes de su alianza con los mexicas logran el control de una amplia zona que incluye la ruta comercial hacia el Golfo de México (zona huasteca), incluso se considera que habían alcanzado el mayor refinamiento cultural del Altiplano Central a la llegada de los españoles.

Primeros tiempos


Según las fuentes, los orígenes de esta cultura inician con la salida de su caudillo Xólotl del legendario Chicomoztoc. Teniendo un asentamiento provisional en Xoloc para posteriormente establecer su capital en Tenayocan (Tenayuca). Al revisar cuidadosamente los documentos coloniales resulta notorio que la participación de Xolotl más que ser histórica, es parte de un contexto mítico, de un discurso en el cual se establecen las bases que validan su derecho a gobernar [1] La existencia física de un caudillo trascendente que sería mitificado, tal vez habría ocurrido a partir del año 1130; por otra parte, siguiendo los indicios de las fuentes [2] pudo haber sido gobernante durante 47 años, de 1157 a 1204, si es que en realidad existió.

El segundo señor (considerado ya plenamente como tlatoani) de nombre Nopaltzin, gobernó de 1202 a 1236. Aunque las fuentes y pictografías del siglo XVI presentan a los acolhuas como chichimecas bárbaros y poco civilizados, en realidad ya realizaban censos, demarcaban territorios, tenían una organización política clara y creaban obras hidráulicas complejas; todo esto denota una cultura superior a la tradicionalmente aceptada. Por otro lado -según el estudio de Charles Dibble del Códice Xólotl- la propuesta de que al iniciar su reinado este segundo tlatoani su territorio abarcaba de poniente a oriente desde el Nevado de Toluca hasta el Pico de Orizaba en Veracruz, y de norte a sur desde el señorío de Metztitlan en Hidalgo hasta Izucar en Puebla, es exagerada. Ya que de ser así, deberían existir pruebas arqueológicas y documentos que demuestren la superioridad e influencia que generaría tal centro rector, que de alguna manera tendría que dejar huella y que de hecho, no existe.

El gobierno de Nopaltzin no es sobresaliente, pues en su tiempo los tepanecas junto a los colhuas ejercían mayor influencia. El territorio que dominaba este chichimeca-acolhua se ceñía a la Sierra de Guadalupe y las estribaciones correspondientes, de alguna manera limitados por el “Tepanecapan” hacia el sur y por la alianza de Xaltocan-Tepotzotlan-Cuauhtitlan por el norte. Nopaltzin se casó con Azcaxochitzin, hija de Pochotl y nieta de Topiltzin de Tula, [3] tuvieron tres hijos, Cozanatzin-atencatl que fue a gobernar a Zacatlan; Huixaquentochin que gobernó en un lugar denominado Tenamitec; y Tlotzin Pochotl que fue elegido como sucesor en Tenayocan.

Tlotzin [4] se casó con Pachxochitzin, hija de un señor de Chalco llamado Cuahuatlal; tienen seis hijos, Xiuhquetzal, Tochin, Nopaltzin Cuetlachihuitzin, Quinatzin Tlaltecatzin, Malinalxochitl (quien se casa con Tlacotzin señor de Coatlichan, de donde se desprende el derecho para gobernar el Acolhuacan) y la sexta fue una mujer de la que se desconoce el nombre.

Asciende en 1236 [5] centrando su regencia en mejorar la calidad de vida, construyendo grandes obras hidráulicas, mejorando los caminos, estableciendo relaciones cordiales con sus tributarios, esto provoca un aumento demográfico y un Estado bien organizado. Para 1240 llegan los mexitin que piden permiso a Tlotzin para fundar el poblado de Huixachtitlan, que se volverá su primera capital. En 1245 acontece el enfrentamiento entre el señorío de Tenayocan y el de Colhuacan, donde los primeros -con ayuda de los mexitin- son los vencedores, aprovechando el momento obtienen mujeres colhua-toltecas con las que “mejoran” sus linajes. El resto de su reinado continua progresando y realizando alianzas, sobre todo con la región oriente del lago de Tetzcoco, al momento de su muerte ya se considera su territorio como un tlahtocayotl fuerte, sólido, con muchos recursos, tanto que es capaz de participar en la guerra que se ciñe sobre la sucesión al trono de

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